viernes, 29 de diciembre de 2017

Semana 51

Buenos días, para el último viernes del año he seleccionado una noticia relacionada con el fraude profesional, como sabes es el fraude premeditado y preparado, generalmente conocen los mecanismos de funcionamiento de las aseguradoras y una característica que está aumentando es la de provocar la intervención de autoridades para que realicen un atestado que aporte veracidad a los hechos. Los atestados gozan de gran credibilidad a la hora de tramitar un siniestro y esto los estafadores profesionales lo saben. Resulta sumamente dificultoso para los agentes que intervienen en el siniestro detectar que se trata de un siniestro simulado y por tanto elaboran el atestado dando veracidad a los hechos, lo cual facilita considerablemente la consumación del fraude por parte del estafador. La recomendación en este caso es que si hay indicios durante la tramitación o peritación, no se abandone la fase de verificación aunque exista un atestado que confirme la ocurrencia del siniestro y continuar verificando el siniestro por los medios habituales en cada caso, por supuesto contando con la labor del perito de seguros por tratarse de la figura mejor preparada para opinar sobre la compatibilidad de daños, morfología, alturas, transferencias de colores, intensidades, etc.


Un saludo y feliz año ¡!

Los que viajéis estos días recordar extremar la prudencia al volante, prestando especial atención al uso del móvil durante la conducción, diversos estudios ponen de manifiesto el aumento de la siniestralidad por este motivo. Mi recomendación es que para evitar tentaciones dejes el teléfono lejos de tu alcance cuando te pones al volante, mejor en el maletero que en la guantera.

Josu Martínez.
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El atropello que sufrió en las calles de Molina de Segura estuvo cerca de pasar desapercibido. Un accidente de tráfico más entre la gran cantidad de siniestros que se suceden sobre el asfalto. Meses más tarde, sin embargo, el nombre de la supuesta víctima de ese arrollamiento volvió a aparecer en otro atestado y el detalle hizo saltar todas las alarmas. Esa supuesta víctima aseguraba haber sufrido un golpe cuando viajaba a bordo del automóvil que meses antes le había atropellado. Una casualidad que puso al grupo de Delitos Económicos de la Policía Nacional tras su pista y acabó destapando un presunto fraude.

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